
Soy tan vulnerable a lo externo. Todo me toca el pensamiento para peor, porque lo positivo termina fabricándose en negativo y lo negativo no deja de serlo. No entiendo de qué manera reaccionar para hacer que nada me toque tanto. Cualquier situación, desde la más importante hasta la menos, me afecta de la misma manera, y así es que termino depresiva el 75% de los días de mi vida. Así no voy a llegar a ningún lado, pensar que la vida es una flor de ruta que se termina cuando cruzás para la otra mano y te pisan, y yo recién voy por el kilómetro 16. Me falta cindor. Tengo una duda ante la reflexión que acabo de hacer: ¿Qué pasa cuando se te acaba el combustible? Bueno podés hacer dedo. Sino, llamás al ACA, pero eso es de muy última opción, lo cual remitiría a la plena vagancia del ser humano. La salida de ese problema, más razonable y que compromete el esfuerzo no vano de las personas sería pedir ayuda al próximo auto que pase. Cuando se te pincha una goma lo mismo, y ya se saben las tres opciones que te quedan.
La clase de vida depende de la clase de auto que poseas, el color, la marca, la edad, el precio, la calidad, la duración, y la clase social. Que igualmente, todo lo que acabo de nombrar, para transitar una ruta, es lo que menos importa, sino que importa que el auto mantenga la velocidad y que no realize actos inmorales. Creo que la vida un poco es eso, y mucho más que no se explicar.
Aquí concluyo.
La clase de vida depende de la clase de auto que poseas, el color, la marca, la edad, el precio, la calidad, la duración, y la clase social. Que igualmente, todo lo que acabo de nombrar, para transitar una ruta, es lo que menos importa, sino que importa que el auto mantenga la velocidad y que no realize actos inmorales. Creo que la vida un poco es eso, y mucho más que no se explicar.
Aquí concluyo.
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