
No puedo concentrarme. Pensar muchas cosas a la misma vez hace que mi cerebro vuele por los aires, y por cualquier otra galaxia que no sea en la cual yo me sitúo. No se si es la confusión de que tengo cercano a mi alguien que me confunde tratandome como algo que no soy para esa persona, o porque quiero que termine el año y empezar todo de cero. Estudiar como corresponde, llevar una dieta normal y mejor, hacer actividad física, no haberme hecho cambios innecesarios, y estar más con mi familia. Escuchando música y escribiendo esto.. no se qué hacer conmigo.
Mientras aprovecho para hacer todo lo que sea excepto estudiar, me doy cuenta de que la vida es una sola y de que el que no arriesga, no gana. Pero a veces el juego es complicado, las reglas no están del todo claro, y hay fichas de jugadores de por medio que no se pueden correr. No es que no puedan correrse por reglas, sino por respeto y compañerismo. Los juegos de mesas son adictivos, y se pueden jugar una y otra vez, de manera cíclica, como es este juego que estoy viviendo y no termino de entenderlo. Es un juego que desgraciadamente puede tener diferentes interpretaciones, para uno, y para el otro jugador. En el pictionary, por ejemplo, se puede dibujar un corazón, y los que juegan a adivinar pueden responder: familiar, novia, amor, amistad. Eso demuestra, no sólo que todos tenemos diferentes visiones de lo que se vive, sino que también da a luz que el jugador que dibuja puede dibujar algo que para el es una cosa, y puede entenderse como otra muy diferente. El dibujo es una fina línea que se realiza con un lapiz. Ese lapiz es nuestro cerebro, el cual demarca finas líneas que, si uno confunde al cerebro con el corazón, pasa a estar de un lado de la línea, y si no lo confunde, del otro.
No se si es fácil comprender lo que digo, y tampoco se si mi confusión pertenece a la etapa por la cual estoy pasando, o por lo que me pasa como situación a mi como persona, con mis cualidades como defectos y virtudes. No es difícil confundirse, pero tampoco fácil. Y todo depende de la situación de la que se esté hablando, pero dado a que yo no quiero explicar ninguna en especial, creo importante destacar, por último, que hay que tener cuidado con estos juegos de mesa, porque se puede ganar o perder de forma positiva, como también puede pasar en negativo.
Aquí concluyo.
Mientras aprovecho para hacer todo lo que sea excepto estudiar, me doy cuenta de que la vida es una sola y de que el que no arriesga, no gana. Pero a veces el juego es complicado, las reglas no están del todo claro, y hay fichas de jugadores de por medio que no se pueden correr. No es que no puedan correrse por reglas, sino por respeto y compañerismo. Los juegos de mesas son adictivos, y se pueden jugar una y otra vez, de manera cíclica, como es este juego que estoy viviendo y no termino de entenderlo. Es un juego que desgraciadamente puede tener diferentes interpretaciones, para uno, y para el otro jugador. En el pictionary, por ejemplo, se puede dibujar un corazón, y los que juegan a adivinar pueden responder: familiar, novia, amor, amistad. Eso demuestra, no sólo que todos tenemos diferentes visiones de lo que se vive, sino que también da a luz que el jugador que dibuja puede dibujar algo que para el es una cosa, y puede entenderse como otra muy diferente. El dibujo es una fina línea que se realiza con un lapiz. Ese lapiz es nuestro cerebro, el cual demarca finas líneas que, si uno confunde al cerebro con el corazón, pasa a estar de un lado de la línea, y si no lo confunde, del otro.
No se si es fácil comprender lo que digo, y tampoco se si mi confusión pertenece a la etapa por la cual estoy pasando, o por lo que me pasa como situación a mi como persona, con mis cualidades como defectos y virtudes. No es difícil confundirse, pero tampoco fácil. Y todo depende de la situación de la que se esté hablando, pero dado a que yo no quiero explicar ninguna en especial, creo importante destacar, por último, que hay que tener cuidado con estos juegos de mesa, porque se puede ganar o perder de forma positiva, como también puede pasar en negativo.
Aquí concluyo.
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